TECNOLOGÍA
Moxibustión eléctrica
El innovador PREMIO 10 MOXA es el primer moxibustor eléctrico diseñado específicamente para garantizar una eficacia idéntica a la de la moxibustión tradicional.
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PRODUITS
LEs gammes d'auricilomédecine
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Témoignages
Características del espectro de la artemisa en combustión…
Cuando la artemisa se enciende con un encendedor o un batón de incienso, esta se consume sin llama, rojizo, y forma cenizas, las cuales, si no son eliminadas (al caer o por un gesto del médico) reducirán la combustión y modificarán su espectro de emisión.
El calor se emite en forma de radiaciones electromagnéticas, es decir, ondas portadoras de energía.
El espectro de emisión es muy cercano al de un cuerpo negro.
Un cuerpo negro hace referencia a un objeto ideal cuyo espectro electromagnético (es decir, la repartición de la cantidad de energía en función de la longitud de onda) depende únicamente de su temperatura.
Esta curva tiene una forma específica, continua, con una cima correspondiente a la longitud de onda que aporta la mayor cantidad de energía, y una inclinación más o menos aguda para las longitudes de onda inferiores y superiores.
Artemisa: un espectro en los infrarrojos
Una artemisa en combustión presenta un espectro de emisión muy extendido, cuyas longitudes de onda van del rojo (en el espectro visible) a los infrarrojos cortos, con un pico situado en los infrarrojos intermedios, y una fuerte proporción de infrarrojos largos. Si se activa la combustión, soplando sobre la misma por ejemplo, la temperatura de la artemisa sube a 850-900°C, el pico del espectro se sitúa alrededor de 2,6μm, y la proporción de infrarrojos cortos e intermedios es considerable.
Cuando la combustión se reduce (por la presencia de cenizas, por ejemplo), la temperatura de la artemisa cae alrededor de los 650°C, el pico se acerca a los 3μm, desviando el espectro hacia abajo (menos energía transmitida) y hacia los infrarrojos largos. La repartición de las longitudes de onda sobre una gama tan extensa es una característica fundamental de la artemisa y explica en gran parte su eficacia, debido a su adecuación a los receptores fisiológicos del organismo, termo y foto receptores.
En efecto, no basta aportar energía calórica. Es necesario que este calor pueda ser absorbido y asimilado, y ello depende naturalmente de la ventana de sensibilidad electromagnética de los receptores. Además, no debe saturarse los termorreceptores cutáneos, sensibles a la temperatura externa y que, si se excede su umbral de tolerancia, llevarán al paciente a un reflejo de retiro por el dolor, lo cual limita el tiempo de aplicación.
… y de Premio 10 Moxa
El emisor desarrollado en el Premio 10 moxa tiene un espectro de emisión con características similares al de la artemisa en combustión.
¡Es verdaderamente un “moxa-like”!
Este se comporta como un cuerpo negro casi perfecto y, durante el funcionamiento, el emisor se estabiliza a 850°C y presenta un pico espectral de 2,6 μm.
De esta manera, en calidad de contra-ejemplo, un emisor de tipo halógeno, cuyo espectro de emisión es mucho más corto, y centrado sobre lo visible, no podrá tener el mismo aporte energético absorbido por el cuerpo, incluso (y sobre todo) si su temperatura es muy elevada. El paciente sentirá casi inmediatamente una quemadura y, además, muy pocas ondas penetrarán los tejidos puesto que se encuentran fuera de la ventana de sensibilidad de la piel.
NUESTRO PRODUCTO EMBLEMÁTICO
PREMIO 10 MOXA
El 1er moxador eléctrico estudiado especialmente para garantizar la misma eficacia que la moxibustión tradicional.